Conmoción ha causado la muerte de una de las hermanas que defendieron el territorio del Alto Biobío. La Ñaña Nicolasa Quintremán, de 73 años, yacía sin vida en las aguas de la represa Ralco, contra la que luchó durante casi los últimos 20 años de su vida. Este miércoles 25 de diciembre, se realizará un homenaje para reconocer su importante lucha en defensa de su territorio ancestral.
Fue una historia de defensa del territorio sagrado. Fue una lucha de raíz, de sangre, de historia que se vio arrasada por la mano invisible del Capital. Fue la historia de la Mapu Ñuke contra los espejitos de colores.
Hoy, su cuerpo flotando en ese embalse con dueños transnacionales sostienen las palabras que siempre dijo: ni muerta me sacan de mis tierras.
Llevaba un día perdida, y al encontrarla flotando sobre la represa de Endesa, Carabineros hizo las diligencias de rigor e indicó que no hay lesiones atribuibles a terceros, por lo que el fiscal Carlos Díaz instruyó su traslado al Servicio Médico Legal de Los Ángeles donde se realizará la autopsia de rigor, sin embargo, adelantó que se trataría de una muerte accidental por caída y asfixia por inmersión apuntó. Posiblemente debido a su avanzada ceguera.
"Ni muerta me sacarán de mis tierras"
La Ñana Nicolasa Quintremán Calpán, Pehuenche y habitante ancestral de la comuna del Alto Biobío, elevó su lucha por años en contra de Ralco. Junto a su hermana Berta y un sinnúmero de organizaciones y personas, lograron paralizar la construcción del emblemático mega proyecto hidroeléctrico de Endesa un par de veces (agosto 1997 a enero 1998 y desde septiembre 1998 a enero 1999). Endesa y el gobierno de Eduardo Frei -luego el de Lagos- afrontaron el que se considera uno de los primeros conflictos socioambientales que se llevó a cabo en la década de los 90.
En las diversas manifestación que realizaron las organizaciones para detener el proyecto de Endesa, Quintremán declaró más de alguna vez que "ni muerta me sacarán de mis tierras", ya que no concebía cómo un río se podía represar, cómo alguien podía pensar en inundar su territorio, su casa, su infancia y su la vida misma... cómo alguien podía cambiar el curso del agua solo para generar energía.
El conflicto Ralco fue también la evidencia más feroz de la presión que las transnacionales en anuencia con el Estado ejercen contra los opositores a sus proyectos utilizando todo tipo de artimañas para deslegitimar su legítima posición. Mencionamos brevemente el racionamiento eléctrico impuesto con que la población convivió como parte de la campaña del terror para justificar la construcción de Ralco.
Tras años de lucha, las palabras persisten como su ejemplo que se eleva a lo más hondo de la tierra... de su tierra. Aunque la saquen, no la sacarán de su territorio.
Para reconocer su histórica lucha, se convoca este 25 de diciembre a las 20 hrs a una manifestación en la Plaza de la India, metro Pedro de Valdivia.
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