8.11.07

Los pendientes de Pascua Lama

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¿Por qué Barrick no puede comenzar a explotar su proyecto estrella?

El 15 de febrero de 2006 la Comisión Regional del Medio Ambiente de la Tercera Región de Atacama (COREMA – Atacama) aprobó la Ampliación del proyecto minero binacional Pascua Lama, que se emplaza en la comuna de Alto del Carmen, en la Provincia de Huasco.
Éste ha sido emblemático, no solo por el tema de los glaciares como fuente de vida, sino porque, a parte de ser un proyecto de la Gran Minería a rajo abierto que utiliza cianuro para la lixiviación de los minerales –que pone en peligro la calidad de las aguas que bajan de las nacientes de la cordillera-, se enmarca en el Tratado de ‘Integración y Cooperación Minera’ entre Chile y Argentina, lo que le permite explotar minerales en la alta cordillera de los Andes, específicamente en la frontera de ambos países.
Pese a lo poco común que es que una empresa presente una ampliación de su proyecto industrial al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) para que Conama lo apruebe sin que haya comenzado a funcionar; pese a que existen antecedentes suficientes para establecer que Barrick Gold Corp. y sus dueños Adnan khashoggi –ligado al tráfico de armas- y Peter Munk –envuelto en un escándalo financiero en los años 60-, no son de lo más responsables; pese a la oposición que se generó en su momento y, que aún sigue marchando por las calles tanto de Vallenar como de Santiago cantando ‘No a Pascua Lama’ y ‘Sí a la vida’; pese a que el río del valle del Huasco sigue regando los casi 300 km de parronales, mangos, melones, sandías y limones, así como de vida ancestral, y a que es el último río con agua del desierto más árido del mundo que nos entrega la maravilla del Desierto Florido; pese a que Barrick es asesorada en Chile por Extend Comunicaciones, empresa que le realiza la ‘Comunicación Estratégica’, y que despliega una fuerte campaña comunicacional, explicando las bondades de la minera canadiense y de su proyecto, y que además es dirigida por las hermanas María Luz y Pilar Velasco, hijas del actual Ministro del Interior; pese a que Pascua Lama está aprobado ambientalmente y la multinacional insiste en establecer fechas para su inicio; y pese a que existe una resistencia comunitaria de larga data… A continuación le explicaremos los motivos que hacen que la multinacional canadiense más importante en la venta de oro a nivel mundial, no haya podido iniciar su proyecto estrella, uno de los más caros del mundo en lo que se refiere a inversión inicial, que ya asciende a los dos mil 400 millones de dólares.

1-. Tributación entre Chile y Argentina: Aún no hay acuerdo
El 29 de diciembre de 1997, los presidentes Eduardo Frei y Carlos Menem, firmaron el Tratado sobre ‘Complementación e Integración Minera’ entre las Repúblicas de Chile y Argentina. Si bien, en el espíritu inicial del tratado se daba cuenta de la cooperación e integración de los pueblos y de las naciones, conforme se fue discutiendo en el Senado, ese espíritu solo quedó referido a una integración en la industria minera. Este tratado, permite la utilización de parte de los territorios de ambas naciones “para crear en él una suerte de país virtual, que estará a disposición de los grandes conglomerados metalúrgicos multinacionales”[1].
No es casual que haya perdido el espíritu inicial de la integración y solidaridad entre ambas naciones, puesto que este tratado no fue redactado por funcionarios de ninguno de los dos gobiernos que firmaron el documento. José Antonio Urrutia, el actual director adjunto de Barrick, es uno de los que elaboraron el tratado, y su firma plasma su participación como abogado en el Boletín Nº 2.408-10, de 1999 del Senado de la República de Chile.
Luego de la firma del tratado binacional, se firmó el Protocolo Adicional Específico de adecuación del proyecto minero “Pascua-Lama”, donde se establecen cuestiones prácticas para el funcionamiento del proyecto. Una de ellas es cómo Barrick va a tributar la explotación de los minerales. Es decir, cuánto pagará la multinacional a Chile y cuánto a Argentina por concepto de concentrado de oro, plata y cobre, pese a que es sabida la existencia de infinitos minerales en el yacimiento (como por ejemplo molibdeno, que dicho sea de paso, vende Codelco).
Esta es considerada la “herramienta fundacional que impulsa el desarrollo y afincamiento de inversiones en zonas de frontera” (Chañarcillo, 26 de julio 2007), no solo para Pascua Lama, sino para todo lo que comprende este tratado.
Luego de más de dos años de negociación entre ambos países, se realizó la XVI Reunión del Grupo de Trabajo Binacional del Tratado Minero Argentino Chileno, y la IX Reunión Ordinaria de la Comisión Administradora del acuerdo entre ambos países en la capital chilena el 24 y 25 de agosto de 2007. Ahí se debía definir la tributación. Sin embargo, en la cita de carácter reservado, un representante de la cancillería argentina explicó a LND (26 de agosto) que aunque las conversaciones apuntaron a establecer “fórmulas para determinar la manera de tributar servicios indivisibles”, aún no hay claridad sobre “cómo determinar el origen de la prestación del servicio” ya que se trata de “dos filiales de la misma empresa, pero que tienen distintas razones sociales, en la misma área de operaciones”.
En esta reunión, de Argentina participaron el secretario de Minería, Carlos Abihaggle, embajador por la Subsecretaría de Integración Económica Americana y Mercosur, y Felipe Saavedra, secretario de Minería de la Provincia de San Juan, donde se desarrollará la parte argentina de Pascua Lama. De Chile asistieron la Subsecretaria de Minería, Marisol Aravena, y el subsecretario de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren.

2-. Permisos Sectoriales
El 24 de agosto de 2004, LND publicó una entrevista a Rodrigo Jiménez, director de asuntos corporativos de Barrick para América Latina, donde explicaba que septiembre de este año era la fecha de inicio de explotación de Pascua Lama, si es que se contaba con todos los permisos sectoriales.
Como hemos dicho, si bien Conama ya aprobó ambientalmente el proyecto, aún quedan al menos 37 acuerdos paralelos en distintas administraciones públicas, de las cuales solo se ha solicitado una, y a medias. El carácter de estos permisos son por ejemplo, una solicitud al Servicio de Salud de Atacama para transportar materiales radiactivos en todo tipo de vehículos, o la petición al municipio de Alto del Carmen de extraer ripio y arena en los cauces de ríos y esteros. Al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) debe solicitar autorización para establecer el botadero de estériles. Según el Sernageomin, Barrick aún no lo solicita.
Pero de estos permisos, el más importante es el que se denomina Centro Logístico de Vallenar, por ser uno de los tres pilares donde se fundamenta el funcionamiento del proyecto minero. Si bien para Barrick, es un hecho consumado que el centro de acopio estará en el aeródromo de Vallenar –así lo expresa en el Boletín Pascua Lama Informa Nº19 de octubre de 2006- la Ministra de Bienes Nacionales, Rommy Shmidt, aclaró al programa radial Semillas de Agua de Radio Tierra que “existen dos propuestas que tendremos que evaluar según los mayores beneficios para la región”, considerando que el aeródromo de dicha ciudad es el segundo en importancia para la Tercera Región de Atacama.
Según la Ministra de Bienes Nacionales, Aeronáutica Civil presentó un proyecto de conservación y remodelación del aeródromo, en paralelo con el de Barrick, que se refiere a convertir ese lugar en un centro de acopio de todos los insumos para Pascua Lama, donde se almacenaría todo el material tóxico y explosivo y donde, además, se pretende establecer la aduana para controlar al personal (por ser un proyecto binacional) y los insumos que se usarán en el proyecto minero. Todo esto a más de 150 km del yacimiento, y a pasos de las poblaciones Torres Blancas y Cuatro Palomas de Vallenar.
Si bien el proyecto de Centro Logístico tiene la aprobación de la Corema de la III Región de Atacama, la multinacional no tiene dominio sobre el predio. Es decir, no es propietaria del suelo donde piensa construir el Centro Logístico. La Ministra de Bienes Nacionales explicó que no existe un contrato y que tampoco existe ningún tipo de firma con la empresa canadiense que explicite que la propiedad del terreno donde se pretende construir el centro de acopio de Barrick sea de la multinacional. Para que ello ocurra, se le debe cambiar el uso de suelo, y eso no solo lo debe decidir Bienes Nacionales, sino también el Ministerio de Agricultura. Si es que ello se piensa hacer, se debe informar a la población que deberá vivir rodeada de 80 toneladas diarias de explosivos durante 17 años, tiempo de vida útil del proyecto binacional minero.

3-. Demandas y denuncias para establecer la responsabilidad de Barrick
Varios concejales de las comunas de Alto del Carmen, Vallenar, Freirina y Huasco, con la mayoría de las Juntas de vecinos del valle solicitaron en marzo al Consejo de Defensa del Estado (CDE) que interpusiera una demanda por la destrucción de los glaciares Toro 1, Toro 2 y Esperanza. La respuesta aún está pendiente por parte de la autoridad.
Esto no es antojadizo, sino que surge de una visita que realizó la Dirección General de Aguas (DGA), organismo dependiente del Ministerio de Obras Públicas, el 12 de enero de 2005 a Pascua Lama donde estableció que las “irreparables acciones” en los glaciares eran responsabilidad de la Compañía Minera Nevada Ltda., filial de Barrick en Chile, que en los glaciares existía “suciedad en la superficie”, “pérdida de masa”, “remoción”, entre otras situaciones que han provocado la disminución entre un 50 y un 70 por ciento entre el período entre 1981 y 2000, tiempo en se hicieron exploraciones, sondajes y prospecciones mineras en la zona.
Finalmente, el Pueblo Diaguita Huasco Altino presentó a comienzos de año ante la Comisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Washington, una denuncia por usurpación territorial, vulneración específica de los derechos de agua y por no haber considerado los aspectos antropológicos y culturales en el Estudio de Impacto Ambiental.
Esto se refiere a que el proyecto minero se emplaza en territorio ancestral y que ha sido usurpado por resquicios legales desde 1926, y que se profundizan en 1997. Ese año se consolidó el robo de 40 mil hectáreas que correspondían a la Estancia Chañarcillo. Ese terreno fue vendido a Barrick por Eduardo Mulet Bou, con la firma del abogado y actual diputado Jaime Mulet, quen inscribió 239, 918 hectáreas, en vez de 396,000 hectáreas.
[1] ‘El cobre no, es de Chile. El cobre, no es de Chile’, Jorge Lavandero Illanes, pág. 147.