(Por: Javier Karmybolton)
En un mundo desligado del cielo y la tierra, en un país que lucha por la educación gratuita, en una ciudad que diariamente construye más cemento, entre micros y bullicio, entre codazos y televisión, hay espacios que silenciosamente se convierten en hoyos negros. Sin electricidad, sin agua, prácticamente desahuciado, el Liceo Metropolitano de Adultos se convertía poco a poco en un hoyo negro citadino debido a que luego del terremoto del 2010 fue desalojado con daño estructural. Ubicado en Chiloé n°1799, hoy aloja un proyecto de recuperación comunitaria que comenzó este domingo 8 de diciembre tras un carnaval que invitó a los vecinos del Barrio Matta Sur a entretejer un nuevo destino para ese espacio, para el barrio, para el país. Desde ahí se siembran comunitariamente nuevas semillas de resistencia.
Cual hoyo negro en una galaxia, durante casi cuatro años de abandono, el Liceo absorbió lo que el sistema capitalino excluye: droga, saqueo, destrucción… y tiempo que, implacable, deterioraba día a día sus estructuras esperando su propia tumba y quizás, una inmobiliaria que olía ese espacio. Construido en 1891 de adobe y madera, el edificio fue sede de una escuela básica y secundaria. Pasaron años con estudiantes diversos. Luego se consolidó como espacio para la educación de adultos. Sin embargo, tras el terremoto de 2010, quedó con daño estructural y entonces, fue abandonado.